No te te hundas mas en tu propia mierda.

jueves, 22 de septiembre de 2011

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Acomplejado. Buscas en la música lo que no te ofrecen las personas. Te escondes, buscas una manera de huir.
¿Cobarde? Quizás.
De repente, ves una luz al final del tunel. Estás tumbado sobre un fría carretera marcada de dolor y sangre. Plagada de cuerpos mutilados hasta la muerte, con sus rostros desfigurados por el miedo. No quieres acabar como ellos. Yo lo se.
Avanzas entre titubeos, sin saber a donde te llevará ese resplandor. Y, finalmente, llegas a un lugar mágico. Sin dolor y sin miedo ¿Suena bello no? Demasiado, tal vez.
Todo o nada.
Decides arriesgar lo poco que tienes, con la esperanza de que todo cambie a mejor, de que el dolor no tenga lugar en tu interior.
Pero, poco a poco, empieza a desmoronarse, dudas sobre el momento en el que se produjo la primera brecha. Quieres volver atras, reparar el daño que provocaste. pero ya está hecho, y ahora solo quieres morir.
Sientes que nadie te entiende. Que son felices regodeándose en su ignorancia. ¿Crees que nadie ha sufrido nunca tu dolor? Si, probablemte es lo que pienses.
Los observas con calculado odio en tu mirada. Sin embargo, tus pupilas solo destilan tristeza, solo expresan miedo a volver a verte solo.
No lo aceptas. Lloras. Te lamentas... Todo para qué ¿Para dar pena? Bah, es mejor alzar la cabeza que hundirse en la mierda, pero no entiendes eso, así que lloras a sus pies esperando su compasión. ¿Triste, verdad?

~Good girls, Bad guys~

jueves, 15 de septiembre de 2011

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I've been a bad boy and it's plain to see...
So why do good girls fall in love with me


Falling in reverse <3

Siguiendo tu rastro

martes, 13 de septiembre de 2011

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He vuelto a percibir tu olor. ha vuelto a aparecer, y espero que se quede. He vuelto a sentir sus latidos, acompasados con los de mi corazón. He vuelto a notar como recorre mis venas, he notado como les devuelve esa energía que creía perdida.
Vuelvo a sentirlo, vuelvo a notarlo, a pesar de la fea cicatriz que dejó en el moment que se fue. Pero toda herida es ínfima si es comparada con la grandea de este sentimiento.

Lo que empezó como una simple fragancia, una de tantas, ha ido adquieriendo consistencia. Ha adquirido vida.
Seguiré el rastro de tu perfume. encontraré su núcleo y me fundiré con el. Puede que me deje el alma, puede que sangren de nuevo mis heridas. Pero, vale la pena intentarlo.

Se que sabes que va por ti. Lo sabes aunque no digas nada. Y, aunque ahora pienses que no lo sabes, en el fondo de tu corazón tienes la respuesta.

Amago~

jueves, 8 de septiembre de 2011

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No se a que juegas, pero cuanto antes termines de reírte de mi, mejor para los dos.
Primero me hiciste ver la grandeza de un sentimiento como el Amor, luego, me fuiste abandonando, abriendo paso a tus amigos la tristeza y el dolor. Un trío de sensaciones opuestas y complementarias que nunca deberían juntarse.
Y de nuevo, Amor, hiciste acto de presencia en mi vida, para marcharte en los momentos menos oportunos, dejarme de nuevo al amparo de las sombras, sin mas luz que la de la locura...
Creí encontrarte de nuevo en una de las chicas mas maravillosas que he conocido nunca, pero de nuevo desapareciste, hiriéndonos, a ella y a mi. Dejándo a tus inseparables compañeros jugando con nosotros.
Y, de nuevo vuelves a aparecer, a desaparecer, a amagar. Para esto, por favor. Sal de mi vida o intégrate por completo en ella.
Te necesito...

Hate (II Parte)

domingo, 4 de septiembre de 2011

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Un espeso líquido escarlata manaba de mi pecho. Arranqué la ropa que lo cubría, pero cual fue mi sorpresa al descubrir que no había ninguna herida. Al menos no física.
Mi garganta se convulsionó en un grito gutural. Un grito cargado de odio. Todo mi cuerpo se encontraba cubierto de sangre. Y mi mente disfrutaba con ello.
Intenté eliminar aquel líquido vital, pero todo fue inutil. Exteriormente, mis ropajes se encontraban limpios, así como mi piel. Pero mi alma era ahora un cúmulo de sangre, odio y dolor.

Acerqué mi rostro al espejo mas cercano. Una siniestra imagen me devolvió la mirada. Mis ojos se encontraron con un reflejo distorsionado. Cristales rojos se cernían en torno a unas pupilas similares a pozos sin fondo. Pupilas que contenían el odio de todas las almas condenadas al infierno.
Una sádica sonrisa afloró en mis maltrechos labios. La noche era eterna. Y los depredadores cazan mejor en la oscuridad.

Sentí una punzada de remordimientos en lo mas profundo de mi alma. Mi antiguo Yo no aprobaba mi nueva condición de cazador. No aceptaba que me habían roto el corazón y convertido en aquello que siempre odié.
No le hice caso y me perdí en la ciudad en busca de presas.

Borracho de poder me precipité sobre todo mortal que encontraba a mi camino. Sabía utilizar bien mis armas. Esbozar sonrisas en el momento oportuno. Mirar a los ojos cuando la otra persona lo necesitaba y dejar caer alguna que otra frase conmovedora. En poco tiempo tenía a mi objetivo comiendo de mi mano. Para luego ofrecerle veneno y ver como moría lentamente.

Siempre jugaba con mi presa como un gato con un ratón, hasta que me cansaba y la aplastaba de un zarpazo. Nunca caía en la trampa de implicarme en el juego. Sabía bien como jugar.
Hasta que apareció ella. Una chica inocente y demasiado buena para ser tan pequeña. Me hizo caer en el juego. Arriesgar mi condición de depredador en tiradas imposibles.

Pero al Demonio no le gusta que utilicen a sus peones. Así que tan pronto como advirtió mi situación puso fin a ella. Me infligió un castigo tan severo que volví a ser la bestia de antaño.
Y decidí poner fin a lo que mi irresponsabilidad había empezado. Demasiado tarde para eso. La pequeña parte de mi alma que quedaba sana se desgarró completamente y me dejó sumido en la mas delirante oscuridad.

Echo de menos la cacería. Pero se que no puedo volver a ella. No puedo ser el animal en el que me convertí. Mi cuerpo roto debe descansar.

Resaca~

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Abrí los ojos sumido en un mar de confusión, la cabeza me daba vueltas y restos de sangre seca habitaban bajo mis uñas.
Dediqué un instante a situarme. Ante mi se presentaba un basto bosque que parecía extenderse hasta el infinito. La Luna, en cuarto menguante ofrecía una siniestra sonrisa, que, a pesar de su peligrosa apariencia, expresaba tranquilidad y añoranza. Su ya habitual color rojo iluminaba aquel extraño panorama.

Me incorporé, no sin esfuerzo y observé mi cuerpo desnudo. Se mostraba plagado de cortes y contusiones de mayor o menor importancia. Una fea herida me recorría toda la pierna izquierda.
No recordaba nada. Solo que, a juzgar por mis sanguinolientos dedos, había vuelto a pasar.
Un sospechoso crujido en la maleza que se extendía frente a mi me hizo escrutar las sombras de esa tétrica arboleda.

Ante mí aparecío un muchacho de unos 20 años, su cabello, de color platino, le caía a ambos lados del rostro. Sus ojos brillaban divertidos, y me obsequiaba con una cínica sonrisa.
-¿Qué tal la cacería? -Preguntó con cierta sorna- ¿Recuerdas algo?

La sombra de incertidumbre que nubló mis ojos debió de responder su pregunta. Se acercó sin el menor acto de vacilación. Posó su mano sobre mi frente con rudeza y me miró a los ojos.
-Quizá volverlo a vivir te haga recordar.

~Volví a sumirme en la mas profunda oscuridad~

-Continuará-